No necesitamos ningún motivo para tener una vela aromática en el salón de nuestra casa, en el comedor o en cualquier estancia de nuestro hogar. A estas alturas, son bien conocidos los beneficios que pueden aportarnos. Las velas aromáticas no solo perfuman nuestras casas, sino que son capaces de otorgar ciertos estados de paz, ahora más necesarios que nunca.
De un tiempo a esta parte, hemos visto el resurgir de las velas aromáticas, siendo el complemento ideal para una casa, tanto por su esencia decorativa, como por los aromas que desprende y los beneficios que aportan.
Beneficios y tendencias
Dice la historia que el encender una vela se trataba como un acto ritualístico. En muchas culturas, más allá de su propósito de iluminar, también eran utilizadas como un acto de misticismo y liturgia. En cierta manera, las velas aromáticas siguen cumpliendo la misma función que entonces, y seguimos prendiéndolas como si nuestros actos también formaran parte de un ritual. Encendemos velas buscando una paz y una tranquilidad que recibimos a través de sus aromas. Algo tendrán para haber sobrevivido a tantas culturas y a tantas épocas.
Sin duda alguna, el gran motivo ha sido la aromaterapia, capaz de convertir nuestras emociones y evocar a los recuerdos. Asimismo, con el paso de los años, las velas se han convertido en un elemento decorativo imprescindible en nuestras casas. Bien lo saben las grandes casas de la moda como Louis Vuitton, Gucci o tantas otras que han hecho de ellas todo un arte decorativo.
“El olfato tiene un poder de transformación de las emociones increíble”
Los últimos informes de tendencias dictan que a la hora de comprar un producto, nos dejamos llevar por sus atributos sensoriales, de ahí que las velas aromáticas se hayan colocado en la cabeza de la lista. Si atendemos a la premisa de que la experiencia lo es todo, las velas aromáticas encierran en sí mismas un efecto multisensorial difícilmente superable. Contienen nuestra propia personalidad, tanto visualmente a través de sus diseños, como olfativamente, si atendemos a sus aromas. Del mismo modo que nosotros proyectamos en la vela nuestras características, la vela nos proyecta las suyas, provocando en nosotros estados anímicos alterables por su efecto.
El 50% de las ventas de las velas aromáticas se perciben a través de la fragancia de vainilla. Muy seguida, se encuentra la canela, las frutas y las especias. Los aceites esenciales puros son los únicos capaces de provocar nuestros cambios anímicos. Bien lo sabe Paola Paganini, Product Development & Creative Director de Acqua di Parma. Su gama Home Collection se compone de velas aromáticas capaces de convertir nuestros estados de ánimo, haciendo de estas un elemento imprescindible para crear nuestra propia atmósfera. De ahí que todos sus productos sean diseñados para cada momento de nuestras vidas.
Si lo que buscas es tranquilidad y bienestar, Paganini recomienda prender velas con aromas cítricos, como la bergamota de Calabria. También son válidos los matices herbáceos, como la menta o el romero. Los cítricos, por ejemplo, también son óptimos para utilizarlos en despachos, ya que sus aromas armonizan y equilibran el estado de ánimo y su base amaderada logra transmitir la estabilidad que necesitamos. En cambio, si lo que buscamos es un ambiente más íntimo, ideal para citas románticas, es aconsejable aromas que transmitan sensualidad, como son las especias de clavo y pimienta negra.
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Además, otro de los puntos que deberíamos de tener en cuenta a la hora de adquirir una vela aromática son las estaciones del año. Los aromas cítricos, frescos y verdes, son propicios para las épocas más calurosas del año, mientras que velas con notas más contundentes y poderosas, corresponderían a los meses en los que el frío se apodera del tiempo.
En definitiva, las velas aromáticas crean ambiente, crean hogar y crean intimidad. No dejes de ver nuestra colección de velas aromáticas en las que encontrarás los aromas idóneos para ti y tu personalidad con los que puedas crear ambientes relajados, cálidos y confortables.